domingo, 1 de noviembre de 2009

Bases estadísticas sobre la Eutanasia



Los jóvenes ven con mejores ojos la muerte asistida. La diferencia de aceptación entre los adultos menores a 25 años y los mayores a 55 es de 26 puntos porcentuales (67%-41%). Entre más edad tienen , más en contra se muestran a terminar con la vida de alguien enfermo. (diapositiva 2)

La mitad de los adultos mayores a 56 años se opone tajantemente a la eutanasia.
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Desde otra perspectiva, la mitad de la población más creyente (religiosos) desaprueba la eutanasia. En cambio, quienes no se consideran creyentes aprueban en amplia mayoría (75%) que se permita decidir a un enfermo cuándo morir. (Diapositiva 1)



La población se manifiesta claramente dividida cuando vemos factores tales como: edad y credos.

Los datos han sido extraídos de la Encuesta Social General – México 2008. Parametría y El Colegio de México. Nivel de confianza estadística: 95%. Margen de error (+/-) 4.9% en el DF y (+/-) 3.5% en el resto del país. Diseño, muestreo y análisis: Parametría SA de CV. Operativo de Campo: Grupo Viesca. Método de muestreo: Aleatorio sistemático con probabilidad proporcional al tamaño.

Eutanasia: un debate vigente



Siendo la eutanasia tema de gran controversia, se expondrán los múltiples argumentos a favor y en contra:

Los argumentos que condenan y defienden la eutanasia se nutren de varias fuentes, desde concepciones filosóficas, fundamentos religiosos y hasta argumentos netamente pragmáticos, materialistas y prácticos.

Quienes ven la eutanasia como una forma válida y digna de morir se basan en la idea de que el hombre es dueño de su propia vida y que como tal tiene el intrínseco derecho de ponerle fin, especialmente si esa vida consiste únicamente en dolor y sufrimiento sin posibilidad de mejora. Además se aduce, expresa, que sólo se adelanta un final de todas maneras inevitable y que con esto no sólo se pone acaba una larga agonía, sino que también se da un alivio a la familia que sufre junto con el enfermo y que muchas veces debe hacerse cargo de los costosos tratamientos médicos que lo mantienen con vida.

Los que atacan la eutanasia refutan la concepción de que el hombre es dueño de su vida. Según ellos la vida es un valor en sí mismo de origen divino que la persona sólo administra, no posee. Consideran que la eutanasia no es más que un eufemismo,ambigüedad y cierto disimulo para encubrir un homicidio y que la mejor solución es dar una muerte digna al enfermo mediante el alivio de su dolor en vida en espera del deceso natural, es decir, hacer la existencia de la persona lo más cómoda posible hasta su fallecimiento inevitable. Otros argumentos apuntan a que legalizar la eutanasia da pie para que los familiares de un enfermo grave le den muerte obedeciendo a intereses materiales o monetarios, hace que los médicos contravengan el juramento hipocrático y hace que el Estado renuncie al deber de proteger la vida de las personas. Sin embargo, cabe pensar en que no todos pueden pagar sumas tan estratosféricas para mantener un familiar... en esos casos, la muerte no es planeada, sino que tan solo ocurre.

Qué difícil sería decidir, cuando las condiciones son extremas:
Vivir o no vivir... y lo peor: Poder decidirlo así como si fuera una determinación, una resolución cualquiera.